domingo, 18 de octubre de 2009

i need aspirinas

Empiezo a caminar
Solo veo a gente pasar
Voy por la cuadra dos
Me da un poco de toz
Miro una vitrina
me saluda mi vecina
no respondo a su saludo
me da un fuerte estornudo
una señora se tropieza
a mí me duele la cabeza
Pero sigo caminando
Aunque vaya tiritando
¿Qué le pasa señorita?
Me pregunta una viejita
Le contesto apresurada
Estoy algo resfriada.

sábado, 17 de octubre de 2009

900

Fueron novecientos días
Hubo penas, no hubo alegrías
Aun no sabe su nombre
Supone que él era hombre
Con aspecto indefinido
Caminaba bien erguido
Solitario, siempre andaba
Ella siempre lo encontraba
Se miraban a lo lejos
Eran como un par de espejos
Los ojos de ella eran grises
”El” tenia cicatrices
Sólo ella las veía
Ya que “El” las escondía
Cierto día muy lluvioso
Se encontraron en un pozo
Era lúgubre, de colores fríos
Ella sintió escalofríos
Este ser no bien descrito
Miró hacia el pozo y lanzo un grito
Pronto escapo, por un pantano
Ella lo alcanzó, y tomó su mano
Quería hablarle, lo miro fijamente
El al parecer leyó su mente
Sonrió, palabras salieron de su boca
Ella no escucho pensó estaba loca
Nadie lo habría escuchado
Era un asunto delicado
Él no era de este mundo
Desapareció en tan solo un segundo
Ella decidió volver a su hogar
Desde aquel instante, no paró de llorar
Transcurría el día trescientos
Aun queda más de la mitad del cuento
Desde cuanto el desapareció
Todo el pueblo se oscureció
No existía la luz del día
Sólo, la noche cada vez más fría
Nadie entendía nada
Ella seguía destrozada
Había pasado como un año
No había noticias del extraño
Un día ella cerca del pozo paseaba
Sintió que alguien la observaba
Se voltio, miro con cuidado
Era el ser, no la había olvidado
Frente al pozo, se sentaron
Y sin hablar, conversaron
Con la mirada bastaba
Este ser a ella la amaba
Pero algo le impedía
Estar con ella y se despedía.
Habían pasado seiscientos días
Nada de él se sabía
La mujer, entre sollozos
Lo espera siempre en el pozo
Aunque una tormenta hubiera
Lo esperaba, aunque muriera
Hasta que llego derrepente
Se cubrió ligeramente
Sus trapos quito ella con alevosía
Esta al fin lo descubría.

Dio un grito espeluznante
Al ver quien de verdad era este ser alucinante
¡Era ella! y se acercaba
De este sueño al fin despertaba
En la clínica nadie entendía
Que milagro sucedía
Después de novecientos días ella despertaba
Aun no sabe en qué lugar se encontraba.

Señorita Mente Miente.

Conviviendo con miedos, y frustraciones
Viven las más estupidas de las ilusiones
Sentadas, y un poco anonadadas
Tratando siempre, de no ser aplastadas
Por la temida señorita mente
Que al parecer siempre miente
Engaña, a las pobres ilusiones
Tejiendo telas, parecen de arañas
A veces le crea artimañazas.
Las ilusiones actúan simplemente
Debo decir, que son de los más inocentes
No saben, ellas no saben nada
Solo siempre andan alucinadas
A veces los miedos las castigan
Soportan, ellas nunca se fatigan
A veces, juegan a la escondida
En momentos en que la mente esta dormida
Entre sueños camufladas aparecen
no las entienden , ellas se desvanecen
hasta que el pensamiento siente un fuerte sonido
las ilusiones hoy vuelven a su nido
hasta que reciban su notificación de despido.
Que las lleva siempre el odiado señor olvido.