sábado, 24 de abril de 2010

Fusil


Malabarista, anestesista, orador
Dueño de las palabras que matan
Con sabor a censura.
Un narcótico casi mágico
Milenario y traslucido
Sin pausa, sin novedad

Bebedor de alegrías fáciles
Dueño de los ojos etéreos
Los que silban, los que aplauden.

Anestesista de la mente embobada
Inválido y pueril trotamundos
Quebrantas huesos y corazones
Sin martillazos, ni estacadas
Es la guitarra convulsionada.

2 comentarios:

  1. Palabras que brotan de ese jardin mental ...un maravilloso poema ....un disparo directo al corazon ...que estalla en versos puros y limpios ... dejando ver la esencia descubierta de un sentimiento que no quiere desaparecer ...
    Poetiza ...

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  2. pensaba en citar lo que mas me gustara pero es difícil, muy buenas lineas, me pregunto que viste o tocaste o viviste , pensaste al momento de escribir eso, me gusta, saludos luis

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